![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOGEZw1cnpUjJthOORVbWVfxOp3HlYpNnBPw5IVVITTcu2kip4eQgRqDAjtpJZnXNUYriLQCpk53r6sJaLmcwMqpybM1WnZXeVhGzCcCE-WYfwpZXKKFGUbV_erN5ov5E9irfF5CmXVKo/s400/4487869673_e3e7372d50.jpg)
El tiempo
pasa tan rápido
, tan rápido; despiertas un día y apenas dura unas horas y ya es tiempo
de acostarse a dormir, a la mañana siguiente es la misma historia y así pasan, días, meses y quizás años y uno
no se da cuenta hasta que mira la fecha en un calendario o hasta que mira a los niños que ya son adolescentes y los recuerdos se vienen como bombas de colores
desteñidos a la memoria y es entonces cuando uno vuelve a una realidad nunca antes vivida o asimilada, el tiempo pasa tan rápido y nos hacemos mayores, dejamos la inocencia de la niñez y llegan las preocupaciones que alguna vez nos parecieron
banales a la mirada despreocupada de la infancia. Y podrían pasar tal vez 100 años y ni cuenta nos daríamos. Nostalgia; talvez ya no somos niños de cuerpo, ni de pensamiento, pero siempre podemos seguir siendo niños de alma.
No sé tú but I'm a kinder forever y ya lo decidí.