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Sunday, February 7

Duchamp? no, no sólo es una ducha.

Desperté pasado del mediodía, algo bien típico en las ''vagaciones'', porque lo asumo, me encanta dormir sobretodo porque me he levantado (y me levanto) temprano 5 días a la semana, durante 10 meses, más o menos por 12 años en mi corta vida de adolescente de 17 años (lo peor es que en los últimos años no me he acostado ''casi'' ningún día antes de las 12 de la noche), en fin, me gusta dormir cuando tengo la oportunidad y sobre todo cuando tengo sueño (la noche anterior me quede viendo pelis hasta las 6 de la mañana, hora en que normalmente estaría tomando una ducha para ir al cole), la cosa es que desperté pasado del mediodía y sentía frío (sí, frío en pleno verano) y decidí que debía tomar una ducha con agua bien caliente, ''nada mejor que una ducha'' pensé, para quitarme el frío, relajarme, meditar, olvidar, y comenzar el día (y sí, una ducha es todo eso y más para mi); sentir el agua caliente sobre la piel no tiene comparación, al principio es algo incomodo porque quema, pero luego el cuerpo se acostumbra y se deja querer por el agua; y entonces los pensamientos me atacaron y los sentimientos; pero esta vez no sentí miedo, porque sabía que de alguna forma la ducha contribuiría y se los llevaría. Respirar hondo, sacar hasta lo más profundo que el corazón esconde, fregar y refregar como si de esa forma se limpiaran los pedazos hechos triza de sentimientos confusos y rotos, todos quebrados y quebrantados; recordar y repasar cada línea de su ''parlamento'', esas palabras que quedaron grabadas en una mente, en mi mente, las mismas que luego yo pronuncié por despecho quizás, por no querer darle en el gusto (y por verme un poco cool, player y desinteresada; lo asumo) y maldecir, maldecir a quien sea, porque las cosas son tan confusas que uno ya ni sabe a quien debe maldecir, a ti, a mi, a él, no; a él no. Y decidí que 15 minutos de ducha bastaban por ahora, cerré la llave e intente ''robar el calor'' de la toalla, fregar y refregar, secar las gotas de agua que cada vez se enfriaban más y cobijarme como si de esa forma el frío se me fuera a pasar. Ilusa, el frío que siento no se quita (por ahora) con una ducha caliente, ni con la ropa más abrigadora o una sopa, nisiquiera con la exposición directa a mi más irresistible placer, el sol; el frío que siento va más allá, cala hondo en los huesos como esos fríos de invierno, no se va, menuda clase de frío, ja! Será que estoy viviendo mi propio invierno inside me?

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