Intento

pensar en otras cosas y lo consigo, sólo aveces. Pintar las murallas de la vida con colores brillantes, pero aveces la vista me falla y los veo tan grises. Ilusionarme poco, para no caer tan duro. Convencerme de los finales cuando es necesario, aunque más que esperanza es el recuerdo imborrable, el sabor inconfundible, la calidez anhelada, la vida robada; y no quiero ni puedo. Impregnarme de la esperanza y no dejarla ir, del miedo y vencerlo, de la alegría y gozarla, de la pena y vivir mi propia catarsis. Enfocarme y no sofocarme con el deseo y la ilusión muerta. Volar bien alto y no caer mientras pueda, mantenerme en el aire y disfrutar la brisa, el viento cortante en la piel de mi rostro convertida en h i e l o; volar bien alto y no caer mientras pueda, porque caeré duro y no tengo fuerzas para llorar.