An ocean between us

Nada la cubría del aguacero. Ella estaba empapada, exhausta y herida. Deseaba más que cualquier cosa descanzar. Necesitaba la calidez del fuego abrazador para secar sus ropajes, escurrir toda esa agua mezlcada con sangre, sudor y lágrimas. Estaba tan cansada, sabía que intentaba un imposible, pero ella quería, ella estaba dispuesta a cruzar la tormenta, ansiaba llegar al mar. Él, era el país al otro lado del mundo. Existía un océano entre ellos. Ella habia cambiado, ya no sabía si quedaba alguna escencia de ella misma en ese cuerpo o si era alguien completamente nueva. No estaba asustada, estaba soportando la tormenta y estaba dispuesta a seguir caminando para liberarse de ella. Como dije antes, ansiaba llegar al mar. Lo que ella no sabía era que sus esfuerzos serían en vano, hoy, mañana, ayer y siempre serían en vano. El día que consiguio llegar al mar comprendió que este era demasiado vasto para cruzarlo a nado, sin embargo, decidió quedarse esperando. Vivió con la esperanza de que algun día él cruzara ese mar de diferencias y volviera junto con la calidez que un día le robó. Vivió tardes enteras, noches en vela, meses interminables y años infinitos y él jamás llegó a devolverle su calor. Ella fue Julieta y él su Romeo. Su amor era imposible y como todo aquello que no esta diseñado para sobrevivir, acabó sin pausas ni gloria.