Un buen día, mientras soñaba despierta en la micro, subió un señor, yo estaba sentada en los asientos de atrás con alguien especial, aquel señor me hizo detener mi sueño un instante, con su discurso, me hizo reflexionar...la mayoría de la gente mira en menos al vendedor ambulante, es una sensación increible ver que algunos de ellos hacen su trabajo honradamente, con mucho más esfuerzo y ganas que muchos de los grandes empresarios, u oficinistas, algunos nos entregan una sonrisa, un break en medio del ajetreo diario, otros unas grandes palabras y este es el caso...el señor detubo mi sueño, en ese instante con su discurso, con su canto, su cultura y este poema:
Como
Como te podré mirar a
los ojos
sin decir te quiero
como podré conversar
contigo
sin que mi boca diga te amo
como puedo llamarte
sin decir te extraño
como puedo saludarte
sin besar tu boca, como pensar en otra cosa
sin pensar en ti
como aguantarte cuando
este con mis amigos
sin decir tu nombre
como terminar este
poema
si en lo único que pienso es en ti.
Como te podré mirar a
los ojos
sin decir te quiero
como podré conversar
contigo
sin que mi boca diga te amo
como puedo llamarte
sin decir te extraño
como puedo saludarte
sin besar tu boca, como pensar en otra cosa
sin pensar en ti
como aguantarte cuando
este con mis amigos
sin decir tu nombre
como terminar este
poema
si en lo único que pienso es en ti.
El poema me marcó bastante...fue el momento preciso, el instante perfecto, casí como si hubiera sido parte de mi sueño...
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